miércoles, 31 de julio de 2013

Un día de estos

Un día de estos, querida, estaré a solas con usted, en una habitación cálida y acogedora.
Seré indiferente con usted, estaré sentada en un sillón leyendo un libro, junto a la chimenea, simplemente ignorándole, con las piernas cubiertas por una manta de lana que me cubrirá del frío que hace en ese invierno.
Oh querida, se sentirá rechazada, ignorada; está tan acostumbrada a la atención que no soportará mucho tiempo sin hacer algo para lograr que yo la tome un poco en cuenta, y cuando lo haga, probablemente charlaré con usted, dejaré el libro a un lado, me sentaré en la alfombra frente la chimenea y hablaremos, me mirará con esos ojos cafés que me gustaban tanto, me hablará con esa voz que me encantaba, sonreirá por causa mía, será como un sueño cumplido de la ''Yo'' de hace años.
Logrará hacerme sentir como antes lo hacía cuando estaba cerca tuyo: nerviosa, impaciente.
Me rendiré por un momento al recuerdo de esos sentimientos que me invadirán lentamente consumiendo mi ser y, estando en trance, le robaré un beso, cosa que me gustaría haber hecho hace años.
Se quedará callada e inmóvil por unos segundos, le pediré disculpas, no dirá nada y yo solo le miraré fijamente; diré de nuevo que lo siento y miraré a otro lado, mis ojos se llenarán de lágrimas y justo cuando me vaya a levantar, se acercará a mi hasta juntar sus labios con los míos.
No diré nada.
No dirá nada.
Nos besaremos a la luz del fuego.
Acariciaré su mejilla suavemente, me abrazará; después intentaré recordar el pasado y por qué estábamos en ese lugar, y sin lograrlo, solo pasarán por mi cabeza los momentos en los que más le detesté, en los momentos que peleamos y en lo mal que me ha tratado. Volveré de ese trance en el que con sus ojos me ha metido y me dejaré llevar por la lujuria.
Me llenaré de usted como me gustaría haberlo hecho hace tiempo, sin decir nada, dejaré que impregne su olor en mi, le daré lo que quería...
Y le diré adiós.
Le diré adiós para siempre.